Hace 145 años se vivió en Cartagena el peor Día de Reyes de nuestra historia. El 6 de enero de 1874 explotó el Parque de Artillería donde se refugiaba la población civil de los bombardeos de las tropas que había enviado Madrid, para acabar con la sublevación Cantonal.

Tras meses de crueles bombardeos de la población, el 6 de enero de 1874 se produjo la voladura del Parque de Artillería. ‘Sobre las doce menos veinte de la mañana un proyectil lanzado por la batería sitiadora Nº11 (Loma de Los Gallegos) penetra en el interior del Parque de Artillería de Cartagena y alcanza sus almacenes de pólvora y municiones. La explosión es tremenda y, como resultado de la misma, se destruye la mayor parte del edificio y se producen más de 400 muertos y numerosos heridos, en su mayoría civiles que se refugiaban bajo sus bóvedas protegidas. A las desgraciadas pérdidas de unos importantes números de vidas humanas se une la de la mayor parte de las reservas de pólvora y proyectiles con que contaba la plaza sitiada y la completa ruina de la mejor parte de esta dependencia, siendo determinante para la posterior rendición de Cartagena el 12 de enero de 1874’. En aquellos terribles momentos, mujeres domiciliadas en las modestas casas del entorno urbano de la instalación militar, se dedicaban a la fabricación de sacos, bajo los poderosos arcos del Parque. Confiaban en la fortaleza de la construcción y se resguardaron allí acompañadas de hijos y ancianos.

El edificio casi desapareció, se elevó en el aire hecho mil pedazos, mezclado con sus moradores y cayó como una lluvia de muerte y dolor sobre la ciudad; las ventanas del Parque de Artillería volaron hasta el puerto por la violencia de la explosión, muchos cuerpos no se pudieron recuperar, se habían mezclado con la esencia de este edificio para siempre. Tras la ensordecedora explosión, los sitiadores ordenaron dejar de disparar hasta el día siguiente en señal de luto, alto el fuego que también fue respetado por los sitiados, más que nada por limpiar las calles y «terraos» de cascotes y trozos de cadáveres caídos del cielo’.

Fotografía sobre los restos del Parque de Artillería tras la explosión.

La impresión que produjo esa catástrofe fue enorme, quebrando el ánimo de los cantonales, que terminaron por solicitar una suspensión de las hostilidades y presentaron las bases para su capitulación (seis días después). Después del fin de la guerra, las autoridades no exhumaron los cadáveres que yacían bajo los escombros. Decidieron aplanar el terreno y verter carros de cal viva para evitar la propagación de enfermedades. Es decir, los anónimos restos de aquellas personas permanecen bajo la monumental construcción actual.

Organizado por la Asociación DAPHNE, la Plataforma por la Biprovincialidad 2Es+ y la sociedad civil de Cartagena, se propone recordar en un acto público, el 12 de enero de 2019 a las 12:30 en la Plaza del General López Pinto, a las más de cuatrocientas víctimas civiles (en su mayoría, mujeres, niños y ancianos) causadas por la explosión del Parque de Artillería, el 6 de enero de 1874; uno de los incidentes con mayor número de víctimas civiles en la Historia Contemporánea española.

Durante el acto de este sábado 12 de enero, y tras la lectura de un Manifiesto, se invitará a todos los asistentes a cantar el Himno a la Libertad, y se colocará la placa cuyo texto fue redactado por el cartagenero José María Jover Zamora, prestigioso historiador español, precursor de la renovación historiográfica española y del estudio de la historia social en la España de los siglos XIX y XX.

Se podrá leer:

En recuerdo de las más de 400 víctimas (en su mayoría mujeres, niños y ancianos) causadas por la explosión del Parque de Artillería de Cartagena, el día 6 de enero de 1874

“Digámoslo ante todo: si nuestros ciudadanos se levantaron en 1873 frente al Gobierno de Madrid, si organizaron expediciones terrestres y marítimas, si sufrieron los trabajos y privaciones de un prolongado asedio, si defendieron animosamente -heroicamente, en ocasiones- las murallas de la ciudad y si resistieron los fuegos de un durísimo bombardeo, no lo hicieron movidos por un patriotismo localista, no por un afán de independencia, sino motivados por una utopía política y social que estimaban válida para todos los españoles y cuyo advenimiento creían acercar con una denodada resistencia”.

También este próximo martes día 8, la Asociación de mujeres Amanecer organiza una charla, a las 17:00 horas, en la Asociación de Vecinos del Barrio de Isaac Peral.

Se ha realizado durante el mes de Diciembre una campaña de microfinanciación para cubrir los gastos de la placa conmemorativa y del acto de en recuerdo de las víctimas, la cuenta seguirá abierta hasta el día 10 de Enero, todos los que deseen colaborar económicamente podrán ingresar su donativo.