En este artículo intentaremos mostrar el origen del citado Campus Spartarius en las fuentes romanas, ya conocido por pobladores y comerciantes de siglos anteriores por su abundancia en atocha de propiedades físicas idóneas para la cordelería y en general toda herramienta realizada por trenzado, en relación con la ciudad de Cartagena y su comarca; el trabajo es expuesto, mediante el estudio de fuentes documentales y arqueológicas que nos muestran su recolección, tratamiento, uso cotidiano por parte de la población y especialmente lo relacionado con la materia económica; dedicándonos pues a la mera ilustración de selectos pasajes referenciales sin llegar a un análisis profundo ni interpretación, al ser un tema hoy en día difuso, susceptible a estudios de mayor calado.  

Comenzaremos exponiendo sus características a modo de definición, pues el Campus Spartarius era un espacio territorial situado al sureste de la Península Ibérica, con una extensión no concertada y aún discutida por los historiadores; este territorio está unido a la actual ciudad de Cartagena en su constitución socio-económica hasta bien avanzada la Edad Moderna, encontrando fuentes descriptivas de gran antigüedad, siendo las más tempranas en el siglo V a.C. y la posterior denominación de Estrabón a este selecto espacio como Campus Spartarius en el siglo I, denominado Campus Spartarius por la característica producción de esparto que ofrecía el territorio, un producto compuesto de fibras vegetales obtenidas de la planta atocha. La atocha es una planta que crece en climas áridos casi desérticos, que coincide en condiciones climáticas con el sureste peninsular, donde los autores lo sitúan, en los llamados desiertos hispanos. El origen de este territorio tan demarcado por sus condiciones climática se produce en el periodo climático Subboreal, en el cual aumentan las temperaturas actuando directamente sobre las precipitaciones, que son reducidas hasta los 300 ml, generando un clima semiárido ocupado por bosque mediterráneo, que será removido en su mayoría en el periodo prehistórico del Calcolítico para el uso agrario del suelo, haciendo que la flora retroceda por desforestación intensiva generando desgaste en el suelo, empobreciéndolo de tal manera que solo abunden plantas de  especies arbustivas, entre ellas las gramíneas como es la atocha. Como ya hemos recalcado con anterioridad, no hay prueba exacta de su extensión debido que no se ha conservado el entramado toponímico romano en su totalidad y a la vez el campo que rodea a la ciudad portuaria ha sido alterado físicamente por los nuevos usos como agricultura, minería, industria o creación de nuevos asentamientos; por ello hemos de recurrir a las fuentes documentales romanas, en cuestión a tratados geográficos y de agricultura, pudiendo realizar una triangulación entre la Vía Augusta, la Vía Heraclea, Cartagena y la desconocida Eglesa que algunos especialistas apuntan a que podría situarse en Vilche o Pilar de la Horadada, generando una confusa área productiva marcada por la sobrepoblación del esparto; siendo la fuente descriptiva primaria más concisa para su reconocimiento, la dada por el propio Estrabón, que según el Campus sería una franja costera , sin apenas proyección hacia el interior del Conventus Carthaginensis, citándolo así en su libro Geografía y Etnología Antigua de la Península Ibérica. Posteriormente encontramos otras conclusiones dadas por diversos estudiosos de la investigación historicoarqueológica de renombre que apoyarán sus interpretaciones no solo documentos antiguos si no también documentaciones más modernas que apuntasen en diversas direcciones; como por ejemplo que la extensión del Campus abarcaba más allá del Campo de Cartagena, llegando a territorios de la actual región de Murcia como Lorca, Cieza o Jumilla, incluso exteriormente en  Albacete, siendo esta la postura del arqueólogo alemán Schulten que afirma que la extensión del Campus es mayor que la detallada en el siglo I, abarcando entonces desde la costa hasta el sur de la provincia de Albacete y el interior de Granada; otra de las actuales teorías sería defendida por el arqueólogo español A. García y Bellido que aseguraba que el espartizal se extendía en una gran llanura tras Cartagena, siendo esta teoría la más concordante con Estrabón, coincidiendo el Campus de forma etimológica con la futura denominación de Campo, donde ambos están enlazados con el crecimiento social y económico de la ciudad de Cartagena.  

El Campus está ligado a la historia de Cartagena, pero su explotación es previa a la fundación de esta, pues aunque sí que es cierto que la nominación es romana, también lo es que su explotación es anterior al dominio romano; se cree que los primeros en aprovechar este territorio fueron los Fenicios en torno al siglo VII a.C. desde su asentamiento en el actual Guardamar del Segura, donde tenían acceso a las minas de la sierra cartagenera y a su vez al material del esparto tan útil para la materia marina, este uso del esparto está constatado en fuentes arqueológicas como los barcos fenicios de los siglos VII y VI encontrados en Mazarrón, donde sus cuadernas muestran un método constructivo especial, uniéndose cosidas las cuadernas con esparto. Encontrando también en fuentes documentales griegas, la existencia y uso de este material, sin duda comenzado a ser comercializado y usado por manos fenicias en primera instancia, dotando a este fenómeno prerromano de un cariz internacional entendido como mundo antiguo mediterráneo. Encontrando acontecimientos como en el 480 a.C. cuando Jerjes levanta un puente en el Helesponto con cordería de esparto procedente de tierras hispanas o la citada por Jenofonte en el 350 a.C. donde confirma la exportación de esparto procedente de Mastia hacia Atenas para confeccionar redes de caza y pesca; estas fuentes son respaldadas por Heródoto que confirma la existencia de cuerdas y redes fabricadas en esparto ya en el siglo V a.C. siendo catalogado posteriormente en el siglo III como el lino hispano comercializado por los cartagineses y diferenciado del llamado lino cartaginés. 

Ruta comercial fenicia.

La llegada de los Cartagineses será el verdadero factor que dinamizará e impulsará el desarrollo del Campus, no solo por la fundación de Qart-Hadasht en el 227 a.C. junto a numerosos enclaves, que dinamizarían el comercio de este producto, pues a mayor demanda mayor será la producción requerida para satisfacerla, gracias a un gran periodo de esplendor comercial marítimo y la minería ya que el uso del esparto en la edad antigua se puede resumir en las labores de caza, pesca como hemos observado en las citas anteriores, labores de labranza, creación de almadrabas, flotadores, defensas de barcos y muelles industria naval como cuerdas jarcias además de minería como esportones de achique, esportones para mineral, esportones de carga de animales, cantimploras impermeabilizadas, también era común en el vestuario y demás útiles de cestería. Tanto hablar en el artículo del esparto, no tendría sentido si no supiéramos como se obtenía y trabajaba este material, esto es posible conocerlo otra vez gracias a Plinio que nos muestra de buena mano como era la extracción de la atocha y el tratamiento que se le realizaba para su transformación en esparto; para su extracción había que esperar al periodo propicio anual entre los denominados idus de mayo y los de junio, para dejar madurar realmente la planta, debido a la rudeza del material, el laborador debía proteger las manos pudiéndose envolver o improvisar guantes al igual que las piernas que debían ser protegidas del mismo modo; los filamentos se extraían cuidadosamente enrollándose en un vástago de madera o hueso, amontonando los matojos y dejándolos secar al sol, procediendo a embalsamarse en agua posteriormente, siendo preferible salada de mar apunta Plinio, tras lo cual se vuelven a dejar secar al sol, repitiéndose el tratamiento por última vez antes de su trenzado; Plinio también explica que si se quisiera obtener esparto de manera rápida se debe tratar los filamentos con agua caliente para acelerar el proceso. Teniendo en cuenta los dos métodos mencionados por Plinio, ahora debemos aplicar el contexto histórico, pues antes de la llegada cartaginesa el territorio era poblado por gran cantidad de estas plantas silvestres que crecía de modo extensivo, pero ellos especializarán el territorio en el monocultivo de la atocha, aunque realmente no se sabe si fue principalmente por materia económica debido a la rica y poderosa extracción de minerales hispanos y su comercialización marítima y terrestre, acciones para las que era indispensable el esparto o si el real dinamizador fue la guerra con Roma, la llamada II Guerra Púnica hará una movilización masiva de todos los recursos hispanos y la construcción de numerosos navíos para la guerra contra la potencia rival; no siendo descabellado la especialización monocultiva del territorio por causa de guerra, ya que la propia ciudad de Qart-Hadasht fue especializada en la creación de armamento de toda índole para nutrir los ejércitos cartagineses y siendo históricamente posible y coherente la aplicación del tratamiento rápido citado por Plinio para la aceleración del proceso del esparto, podría ser entonces la guerra la que marque la transición del crecimiento silvestre al cultivo único y agresivo. Pasando entonces tras el control romano del territorio y la posterior obtención del Mediterráneo, a ser un fenómeno intraterritorial romano, impulsado por la minería, el comercio marítimo y terrestre. El propio Estrabón nos confirma la relevancia de la exportación del esparto peninsular hacia Italia y hacia otros lugares del Imperio Romano como una materia prima muy demandada para la confección de cordaje; aunque los historiadores no se atreven a hablar del cultivo del esparto por los romanos pero si de los cultivos de mimbre y lino, esto es por la ausencia de fuentes, pues solo hay una referencia de Varrón en su obra Res Rusticae, ninguna fuente se ha encontrado en los libros de agronomía romanos en cuanto al cultivo del esparto; por ello se confirma que los romanos cultivaban mimbre y lino, pero aprovechaban el esparto. Siendo reforzado el transporte terrestre del material gracias a la gran red de calzadas romanas distribuidas por el territorio y que pasaban por la ciudad de Cartagena ahora llamada Carthago Nova, en la cual confluían la Vía Heraclea y la Vía Augusta. 

Vías romanas, usadas para el comercio terrestre.

Como hemos podido observar, el Campus Spartarius está situado en un centro de recursos que dependen de su abastecimiento como la minería, la pesca y en general la materia marina; con el dominio romano el Campus irá desgastándose, debido a que no había un control agrario sobre este como anteriormente, si no que se recogía de manera silvestre y no volverá a tener tanta relevancia en el panorama económico como antaño; pero aunque no se interviniera el esparto, si que es cierto que no fue el final de la vida útil del Campus, pues aunque careciera de gran importancia, la propia planta proliferaba de forma salvaje en grandes cantidades; registro de este suceso son los nombres que le sucederán a Cartagena tras ser perdida por los romanos, pasando a llamarse Carthago Spartaria bajo poder bizantino por la gran cantidad de esparto que esta poseía en su territorio, de igual modo con la conquista musulmana de la Península Ibérica la ciudad cambiará otra vez de nombre, retitulando la ciudad como Qartayanna Al-Halfa, volviendo a la raíz oriental (Qart) precedido de (yanna) de significado paraíso y (al-Halfa) como continuismo del nombre bizantino, palabra que significa esparto.   

Si le interesa la toponimia como origen de los nombres de pueblos y relieve del campo de Cartagena, puede ojear nuestro artículo: https://www.memoriadecartagena.es/origen-y-evolucion-de-la-toponimia-del-campo-de-cartagena/  

Como últimas ideas y avanzando en el eje cronológico, observamos que el Campus vuelve a ser citado en la Edad Moderna por el valenciano eclesiástico e historiador Gaspar de Escolano, conocedor de los clásicos, se refiere al Campus en el siglo XVI como “nuestro campo cartaginés” que por sus grandes cantidades de material “mereció darle el nombre de espartario” constata las amplias posibilidades de uso del esparto que se producía en Cartagena en el siglo XVI, haciendo hincapié especialmente en las facilidades industriales que permitía en la confección de jarcia para las naves españolas, pues en los siglos XV y XVI los buques españoles podían estar aparejados con esparto o cáñamo por funciones dispares como la cercanía de los productores o el costo de confección o la urgencia de preparación del aparejo.  

El esparto será un recurso de gran importancia del sureste peninsular, usado en la vida cotidiana de la propia población y en la propia industria minera que fruto de una tardía y nefasta revolución industrial española caracterizada por la falta de fondos y carente de tecnología; hace en la conocida Sierra Minera se siga utilizando no solo tracción animal si no también utensilios de esparto hasta bien entrada la Edad contemporánea.  

Bibliografía:  

  • Díaz Ordóñez, Manuel (2006): “El empleo del esparto en la cordelería naval española desde la Antuguedad hasta el siglo XVIII”, Tiempos modernos: Revista electrónica de Historia  Moderna, Vol 5, Num 4.  
  • Bañón, Cifuentes, Mª, Carmen (2010): “El campus spartarius romano ¿Una herencia púnica adminsitrada por Roma?”, Cuadernos albacetenses,14.   
  • Zamora, Zamora, Mª, Carmen (2004): “Procedimientos extractivos tradicionales del monte en el campo de Cartagena”, Revista Murciana de Antropología, Nº10, 135-144.  
  • Blanquéz Pérez Juan. (1990) LA VÍA HERAKLEA Y EL CAMINO DE ANIBAL. NUEVAS INTERPRETACIONES DE SU TRAZADO EN LAS TIERRAS DEL INTERIOR”  
  • Flores Arroyuelo, F,J.(2008) “Morfología de los pueblos del Campos de Cartagena, Nueva perspectiva”, Revista Murciana de Antropología, Nº15, 559-571.  
  • Maestre F.T, Ramírez D.A, Cortina J. (2007:)“Ecología del esparto (Stipa tenacissima L.) y los espartales de la Península Ibérica”, Revista ecosistemas, Nº 2, 111-130.  

 

 

Juan Manuel Gómez Capilla
Estudiante de Historia en la Universidad de Murcia, con estudios en latín clásico, colaborador del CEPOAT, peón arqueológico voluntario y divulgador autónomo. Puedes seguirme en: http://entreellibroylapala.blogspot.com/ https://sketchfab.com/100juanmaca